Este tipo de instalaciones desarrollan el doble de las sustancias (polvos y gases) que son tratadas de manera totalmente distinta.
En el primer caso, el desarrollo de polvos deriva de lo saltos de la cinta, moledores y torres de limpieza especiales capaces de dividir la parte pulverulenta de la gruesa mediante flujos de aire en contracorriente, manejable a través de las válvulas de regulación y del invertidor. Posteriormente el flujo se trata por un filtro de mangas pulse jet con mangas antiestáticas, que posee una descarga en automático mediante una cóclea y una válvula rotativa. Un ventilador mantiene la depresión adecuada en la línea.
En el segundo caso, el desarrollo de los gases que derivan de los refrigeradores, climatizadores y tubos catódicos se gestiona a través de una instalación criogénica o un sistema con carbones activos específicos.